Cristóbal Mateo, un hito del kárate
Su vida deportiva comenzó en el ring, pero decidió probar con el kárate, sin saber que sería su gran pasión l La federación le otorgó séptimo ‘Dan’ por su trayectoria en esta disciplina
Esta semana nos trasladamos hasta la sede de la Federación de Kárate de Ceuta, ubicada en la barriada del Polígono Virgen de África.
Desde hace muy poco, la federación caballa se trasladó hasta este local, que está a la espera de recibir una reforma para comenzar a estar operativo.
Allí nos recibió para hablar de este arte marcial Cristóbal Mateo Valero. Un hito dentro del kárate ceutí y que sigue dedicando su vida a esta gran disciplina.
Cristóbal comenzó encima de un ring, pero su cercanía con personas del kárate hicieron que decidiera colgar los guantes para enfundarse el karategi. Desde su punto de vista cree que comenzó “tarde”, aunque uno de sus referentes, el maestro Hentona, “comenzó con 15 años. No era un niño”.
En aquel momento el kárate contaba con más de 200 deportistas en Ceuta, “yo tengo el carnet número 235”, reconoce. El rango de este deporte a nivel nacional por aquella época era bastante elevado, aunque Cristóbal cree que “ahora mismo hay más nivel. El kumité es imparable”.
Además de años de experiencia dentro de este deporte, Cristóbal Mateo puede presumir de una cantidad innumerable de títulos. “Viajábamos a Madrid para hacer cursos de diez horas. En ese momento, igual que ahora, costaba mucho dinero. No nos regalaban los títulos”.
Además de en Madrid, Cristóbal estuvo durante tres meses en Ávila para “poder sacarnos el título nacional”.
Pero no solo visitó puntos de la geografía española para aumentar sus conocimientos en esta disciplina, sino que llegó a viajar hasta Francia para seguir creciendo profesionalmente. “Un policía me invitó a un curso al que venía un renombrado maestro. Él entrenaba en Zaragoza. Hace 38 años los medios que había para llegar eran otros. Allí en París, el maestro salió con cinco escoltas, cuando no le hacía falta. A este curso, fue invitado por un maestro japonés que era un máquina”, comenta.
Otro de los títulos con los que cuenta Cristóbal es el primer curso de instrucción internacional, donde ha llegado a conseguir el nivel de especialista: “Lo tienen pocos maestros”.
Además, también ha realizado cursos con maestros japoneses en diferentes ramas como kobudo, “en la que se trabaja con armas” y que fue celebrada por el maestro Hentona, “máximo responsable a nivel europeo”.
Cristóbal puede presumir también de ser Juez Nacional de Grados, permitiendo así que los karatekas de la ciudad, e incluso de la Península puedan examinarse en Ceuta, “esto no solo nos refleja a nivel de la ciudad, sino que lo hace a nivel nacional”.
Para Ceuta esto es un avance, puesto que las generaciones actuales y futuras no se tienen que desplazar para examinarse, de hecho “mi nieta es cinturón negro de Primer Dan”, comentó.
Futuro del kárate en la ciudad
Actualmente el kárate ceutí se encuentra cosechando grandes triunfos. El hijo de Cristóbal, llamado igual que su padre, cuenta con un equipo de deportistas de gran nivel.
Desde el punto de vista de Cristóbal Mateo, “los niños son la base del deporte. Ellos son los que dan los triunfos”.
Ya experimentado en la disciplina, mantiene que “el kárate es educativo, no agresivo. Yo estoy aquí para ayudar en lo máximo que pueda. Los niños y niñas se lo pasan muy bien. No hay que machacarlos. Esto tiene que ser un juego para ellos, luego se les meterá técnica. Pero lo principal es que no hay que aburrirlos”.
En cuanto al futuro del kárate, “está ahora por todo lo alto. Mi hijo está cosechando a un buen equipo”, comenta orgulloso.
Continúa impartiendo clases
A pesar de tener 81 años de edad, Cristóbal continúa impartiendo clases como lo lleva haciendo desde hace más de 50 años.
El maestro ahora enseña kárate a personas con discapacidad en el barrio de Miramar. Estas clases se vieron muy afectadas por la pandemia, ya que “muchos de mis alumnos perdieron toda la movilidad que habían ganado en las clases al cancelarse las sesiones en el ICD”.
Además de ello, también ofrece cursos de defensa personal a mujeres, clases que considera como duras pero “alegres”. En esas jornadas, Cristóbal Mateo se centra en “técnicas básicas como agarre de cuello, agarre de pelo, hombros o llegadas por la espalda. Solamente tienes que tener observación, orientación y decisión para poder hacerte con el adversario, el cual no sabe con quién se mete”, afirmó.
No conoce el fin
Cristóbal Mateo continúa llevando a cabo estas disciplinas y tiene claro que no dejará de hacerlo “hasta que me muera. Mientras tenga la posibilidad de andar y caminar, lo seguiré haciendo”, concluyó.
elfarodeceuta